ANA I. JIMÉNEZ MENA (Orientadora)
sábado, 30 de septiembre de 2017
martes, 12 de septiembre de 2017
Dificultades de Aprendizaje. Intervención general
El tratamiento de las dificultades de aprendizaje (DIA) en la lectura, la escritura y el cálculo, después del periodo de enseñanza formal, tiene que organizarse en torno a tres ejes:
Habría que considerar que, aunque haya concluido el periodo de enseñanza de las habilidades básicas de lectura, escritura y cálculo, para el alumnado con DIA aún no se ha cerrado, y se pueden seguir realizando actividades que contribuyan a esos aprendizajes.
Para ello, se podrán desarrollar Programas Específicos de reeducación de tales destrezas instrumentales básicas que son prerrequisito para el acceso al currículum escolar establecido con carácter general.
2.- Evitar el retraso en otros aprendizajes
Una de las razones que complica la atención escolar al alumnado con DIA durante esta fase es que mientras trabaja para mejorar las habilidades básicas no está haciendo otras cosas propias del programa de su curso, salvo que sea posible combinar los dos trabajos en las mismas actividades. Además de eso, el mero hecho de tener problemas, especialmente los de lectura, puede ser motivo suficiente para ir experimentando retraso en otros aprendizajes. Para que no se produzca ese retraso se necesitan adaptaciones en la forma de enseñar y en la forma de evaluar que permitan a los alumnos DIA aprender en igualdad de condiciones en las distintas áreas.
3.- Orientar al alumno
Durante los primeros años de escolaridad es habitual que los alumnos atribuyan sus buenos o malos resultados al esfuerzo, e interpreten que si las cosas no les salen bien se debe a que no se han esforzado lo suficiente. A lo largo de esta etapa el alumno con DIA toma conciencia de sus problemas y cuando se compara con sus compañeros se da cuenta de que necesita mucho más trabajo para alcanzar un resultado parecido al de los demás, y, a veces, ni siquiera alcanza su nivel. Si no se le orienta sobre sus problemas y sus causas es probable que tenga serias dudas acerca de su capacidad intelectual.
Por otra parte, el mal rendimiento, habitual, y conocido por sus compañeros, puede hacer que acabe desarrollando la actitud de que no merece la pena intentarlo y deje de esforzarse para alcanzar buenos resultados. Eso no solo agrava el problema de aprendizaje, sino que puede llevar a problemas de comportamiento que empeoren la situación. Las medidas para mejorar las habilidades del alumno y evitar su retraso pueden ayudar a que no se llegue a esa situación, pero también será bueno realizar un apoyo emocional para conseguir que el alumno continúe esforzándose para mejorar su rendimiento a pesar de sus problemas.
1.- Mejorar las habilidades que están fallando
Habría que considerar que, aunque haya concluido el periodo de enseñanza de las habilidades básicas de lectura, escritura y cálculo, para el alumnado con DIA aún no se ha cerrado, y se pueden seguir realizando actividades que contribuyan a esos aprendizajes.
Para ello, se podrán desarrollar Programas Específicos de reeducación de tales destrezas instrumentales básicas que son prerrequisito para el acceso al currículum escolar establecido con carácter general.
2.- Evitar el retraso en otros aprendizajes
Una de las razones que complica la atención escolar al alumnado con DIA durante esta fase es que mientras trabaja para mejorar las habilidades básicas no está haciendo otras cosas propias del programa de su curso, salvo que sea posible combinar los dos trabajos en las mismas actividades. Además de eso, el mero hecho de tener problemas, especialmente los de lectura, puede ser motivo suficiente para ir experimentando retraso en otros aprendizajes. Para que no se produzca ese retraso se necesitan adaptaciones en la forma de enseñar y en la forma de evaluar que permitan a los alumnos DIA aprender en igualdad de condiciones en las distintas áreas.
3.- Orientar al alumno
Durante los primeros años de escolaridad es habitual que los alumnos atribuyan sus buenos o malos resultados al esfuerzo, e interpreten que si las cosas no les salen bien se debe a que no se han esforzado lo suficiente. A lo largo de esta etapa el alumno con DIA toma conciencia de sus problemas y cuando se compara con sus compañeros se da cuenta de que necesita mucho más trabajo para alcanzar un resultado parecido al de los demás, y, a veces, ni siquiera alcanza su nivel. Si no se le orienta sobre sus problemas y sus causas es probable que tenga serias dudas acerca de su capacidad intelectual.
Por otra parte, el mal rendimiento, habitual, y conocido por sus compañeros, puede hacer que acabe desarrollando la actitud de que no merece la pena intentarlo y deje de esforzarse para alcanzar buenos resultados. Eso no solo agrava el problema de aprendizaje, sino que puede llevar a problemas de comportamiento que empeoren la situación. Las medidas para mejorar las habilidades del alumno y evitar su retraso pueden ayudar a que no se llegue a esa situación, pero también será bueno realizar un apoyo emocional para conseguir que el alumno continúe esforzándose para mejorar su rendimiento a pesar de sus problemas.
lunes, 11 de septiembre de 2017
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